El fotógrafo brasileño Sebastião Salgado es uno de los reporteros gráficos contemporáneos más respetados del mundo. Fue nombrado Representante Especial del UNICEF el 3 de abril de 2001 y se ha dedicado a retratar las vidas de los desposeídos del mundo. Esa labor se ha plasmado en diez libros y muchas exposiciones y le ha valido numerosos premios en Europa y el continente americano.
El Sr. Salgado, de 57 años, se formó como economista e inició su carrera fotográfica en 1973.
El respecto que profesa el Sr., Salgado, que trabaja sólo en blanco y negro, por los sujetos de sus fotografías, así como su empeño por descubrir el significado más profundo de lo que a ellos le sucede, se plasma en imágenes que son testimonios de la dignidad fundamental de todos los seres humanos sin dejar por ello de denunciar que esa dignidad es violada por la guerra, la pobreza y la injusticia.
Salgado pertenece a la tradición de la fotografía sociodocumental . Destaca en su obra la documentación del trabajo de personas en países menos desarrollados o en situación de pobreza. Las características más importantes de sus obras son el color (utiliza el blanco y negro y juega con las distintas luces), la representación de grupos de gente en la pobreza, la naturaleza, distintos animales como por ejemplo pingüinos...
Su obra Génesis es de las más destacadas. En ella representa 8 años por algunos de los lugares más extremos del planeta. Agua, fuego, tierra, luz. Estos cuatro elementos combinados en los planes de Dios al crear el mundo pueden ofrecer variables muy diversas, pero a los ojos de Sebastião Salgado se multiplican hasta el infinito, e incluso se salen de la norma porque, si bien el creador dejó claro, por ejemplo, que los cocodrilos deben reptar por la superficie hasta sumergirse en el agua, el fotógrafo brasileño nos puede sugerir, gracias a la superdotada visión que extrae de sus objetivos, que estas criaturas también vuelan.
Así es como Sebastião Salgado ha querido retratar las raíces que nos pegan a la Tierra, a través de entornos donde sigue reinando el acecho del tigre, protegido por cuevas y rutas desde las que observaba la marea luminosa que mutaba los bosques y la arena de los desiertos, la erosión serpenteante de los cauces, donde no existen casas más allá del techo que ofrecen los árboles; donde las mujeres, sin mediar palabra, lavan los pies del forastero y el pecho de las madres está a disposición del hambre de sus hijos. Donde mana la vida en su orden salvaje, con su ley aclimatada al necesario pacto del equilibrio que en otros lugares vamos perdiendo.
Algunas de sus fotografías:
Es increíble como Salgado juega con las luces y aún estando la fotografía en blanco y negro está llena de vida. El autor logra captar al elefante en uno de sus infinitos ''paseos'', tan tranquilo, sin ninguna preocupación ni miedo porque el fotógrafo esté allí. El fotógrafo logra interaccionar de una manera casi mágica con él y la naturaleza que lo rodea.
Esta imagen representa una forma de vida diferente a la que nosotros estamos acostumbrados. Es maravilloso ver cómo esa gente está tan bien pese al frío que tienen que aguantar cada día y lo difícil que es sobrevivir con esas condiciones. El autor, una vez más, parece que forma parte de esa vida.
En esta imagen podemos ver lo grande que es la naturaleza, el mundo, en comparación con nosotros. A primera vista nada más que vemos plantas y más plantas, pero si nos fijamos bien, podemos observar a una persona que es diminuta en comparación con lo demás aprovechando toda esa vegetación, recolectando. La fotografía parece más bien un cuadro pintado, con tanta delicadeza y tanta perfección.
-En mi opinión, es una de las mejores obras que hay, ya que representa paisajes increíbles a los que nosotros no seríamos capaces de llegar. Por ese motivo, nos acerca mucho a ese mundo que nosotros desconocemos, por la manera de jugar con las luces y con elementos del paisaje o personas en su día a día. Pienso que cualquier fotógrafo debería llegar tan lejos como él y aprovechar una cámara para captar desde el detalle más sencillo hasta el más complejo de la naturaleza. Hay que saber esperar para llegar a captar momentos tan maravillosos.
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